Durante las últimas décadas hemos sido testigos del negativo – y a veces irreversible- impacto medioambiental de las actividades productivas humanas. Los daños a nuestro planeta son cada vez más claros y evidentes, y visualizarlos a nivel mundial nos hace más conscientes de la situación real. Por este motivo, aparece como necesidad urgente el generar cambios profundos en la economía y en nuestras conductas diarias, con el fin de aportar a través de soluciones sustentables, en la salida a este complejo escenario.
Cuando el desarrollo de un país se sostiene en la explotación de recursos naturales, vemos cómo se afecta nuestro principal soporte, el medio ambiente. Por lo mismo, es fundamental implementar estrategias y programas en distintos niveles, generando así cambios que realmente aporten al cuidado de nuestro planeta.